Iris Ceramica Group, presenta en Piazza Santo Stefano de Bolonia el proyecto POLLUTION 2018 – RefleAction, con la colaboración del estudio MC A y SOS School of Sustainability. En el sugestivo marco de Piazza Santo Stefano en Bolonia, una instalación temporal, surgida de la colaboración entre la Empresa, estudio MC A y SOS School of Sustainability, se insinúa en el espacio urbano, reclamando un nuevo y virtuoso equilibrio entre persona y naturaleza.

Pollution 2018 – RefleAction es la etapa más reciente de una trayectoria empresarial dedicada a la ecosostenibilidad que comenzó hace cincuanta años, dando testimonio del compromiso constante del Grupo con la investigación, las nuevas tecnologías y la responsabilidad social.
En 1972 fue la misma empresa quien, en pleno boom económico, se erigió en portavoz de un mensaje a favor del medio ambiente, dando vida en Piazza Santo Stefano a una manifestación artística única para la época: “Pollution: per un’estetica dell’inquinamento” («Pollution: por una estética de la contaminación») Para la ocasión, diez mil baldosas que constituían la reproducción de un terrón de tierra, cada una de las cuales firmada y numerada por la marca Iris Ceramica, cubrieron toda la plaza, sirviendo de escenario para las instalaciones y performances de 26 artistas comprometidos con el tema.
En la actualidad, en la misma plaza, 46 años después, Iris Ceramica Group retoma el mensaje, haciéndolo evolucionar y transformando el acto de denuncia en pensamiento y acción.
A partir del proyecto de los jóvenes arquitectos de SOS – School of Sustainability, la academia de posgrado de Mario Cucinella, 40 jóvenes robles emergen en el corazón del casco antiguo de Bolonia de un suelo artificial creado por una gran lámina reflectora de geometría definida con la que se pretende trastocar la habitual relación entre lo urbano y la naturaleza .

Una materia que se convierte en naturaleza, pues, justo como la tecnología cerámica ACTIVE SURFACES se convierte en la superficie del recorrido narrativo, trazando el camino de la reflexión sobre las grandes cuestiones medioambientales. La pionera acción provocadora y de denuncia de 1972 encuentra así una respuesta concreta para mejorar la calidad de la vida de la persona y del medio ambiente, brindando nuevas oportunidades al mundo de la arquitectura y del diseño.